jueves, 22 de marzo de 2012

¡Por un malecón arbitrario y libre!


Julio Cesar Zatarain Reyes

Se organizan jóvenes en Facebook para efectuar una manifestacion en los Monos Bichis, en contra de los nuevos y tendenciosos colores del malecón.


 El cuadro pintaba triste, como cualquier otra manifestación organizada horas antes. A las tres y media me di cuenta que me había llegado una invitación: “ALTO A LA PINTADA DEL MALECON DE MAZATLAN, MANIFESTACION!!!” Entré al evento; la cita era a las cinco en los emblemáticos Monos Bichis. Pocas manifestaciones en Mazatlán y, ¿no ir? Jamás. Conecté el cargador de mi cámara en la conexión de electricidad, y me dispuse a leer los comentarios de los participantes: “colores partidistas”, “no me gustan los colores de MI MALECON”, y un montón de comentarios inteligentes y absurdos.

Subí al camión a las cuatro con veinte, y en cuarenta minutos llegué: el transporte urbano tan exacto como siempre. El malecón estaba vivo, armonioso. Corría un viento tan helado y fuerte que casi me tumbaba la gorra de la cabeza. De lejos pude ver el cuadro, como dije al principio, era: desolador, triste, no había nadie. Chale, nada agarran en serio la gente patasalada, pensé por un momento, hasta que me acerqué, pues pude ver a dos muchachas erguidas sobre la orilla del malecón y afuerita de la carretera, asi como otra mujer, en una banca de cemento, pensando en lo que escribiría en su pancarta (véase la siguiente foto).


Bueno, a ver qué sale, me dije, y me senté a esperar. Pasaban carros pitando como si hubiese carnaval, otros chiflaban y unos más inquietos se quedaban a leer lo que decían las cartulinas. Patrullas y policías en bicicleta pasaban pero ni volteaban a ver a nadie, mientras que los presentes se alarmaban. Llegaron unas personas de la comuna, con el pantalón pintado y lentes oscuros, diciendo que para qué se manifestaban, si ‘el malecón se veía acá chingón’. Las mujeres disidentes argumentaron que eran colores partidistas y que había cosas más importantes en qué gastar el dinero, como educación, baños y botes de basura en la inminente semana santa, etcétera, y no en colores que el pueblo no quiere. En eso, bajó de un auto una mujer de unos veinte años, con dos cartulinas en la mano que expidieron mensajes opositores. Luego otra. Y otra más. Llegaron trabajadores del periódico Noroeste, tomaron fotos y entrevistaron a las principales actrices. Luego llegó gente del Debate y del Sol de Mazatlán, para imitar lo que ya había hecho el Noroeste. Poco después vi a un señor que llevaba una camisa que decía ‘www.mazatlaninteractivo.com’, tomando fotografías.

Para ese entonces, no me había dado cuenta cómo ni cuándo sucedió, pero ya había alrededor de un par de docenas manifestándose en las orillas del malecón. Unos criticaban el gusto del presidente, otros pedían por educación, y otros más con pancartas con mensajes ramplones como: “Ay, mi ranchito Mazatlán”.

El trafico se intensificó y los cláxones consigo. La noche estaba cayendo, pero aun así la pequeña manifestación contaba ya con cien personas congregadas. Unos señores al lado mío daban sus comentarios: “la verdad, son chingaderas”, “ya mandó a decir que son pruebas”, “Che Higuera, el otro día se me atravesó y no le quise dar el paso, y los guardaespaldas me la hicieron de tos, iban empistolados y eran como cuatro changos”, “tiene miedo el cabrón, anda chueco, para traer a tanto cabrón con pistola, ta’ cabrón”, dijo otro. 

Me hubiera gustado participar, decir que los colores que él, el presidente, busca, son los de su gobierno, los colores de su identidad gubernamental. El mismo color tiene el mercado J. Carrasco, los jueguitos de por mi casa, los contenedores de basura, el acuario y el bosque de la ciudad. ¿Pero el malecón? Era una desfachatez. 


Pronto la manifestación se volvió una fiesta mediática. Las personas tomaban fotografías, actualizaban el tuiter, etc. Pero dentro de lo que cabe, estuvo bien, que el pueblo, y la inconformidad de los jóvenes, se escuchen y se reconozca. Porque el malecón no debe ser tendencioso, debe ser arbitrario, laico y libre de las imposiciones injustas del Estado.

1 comentario:

  1. Aqui sí hay un buen de protestas ¬¬ y ya nadie les presta atención :( a menos que les afecte directamente...así pasará x allá

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