Neuronas en Vacaciones

"...Estamos en México; aqui todo se vale"

Hace algunos días, no mucho después de la clausura de las fiestas de Carnaval 2012, un grupo de jóvenes nos encontrábamos interrumpiendo la Ley Municipal; la cual lamentablemente para nosotros se manifiesta como una misteriosa y oculta autoridad, debido a que la temática no se concibió profundamente como un área de estudio post escolar, y como muchas áreas en nuestro país (suponemos) no se  desarrolló un plan de “educación”; en éste caso: ÉTICA.
Sin embargo, esto no es pretexto para saber como debemos comportarnos como civiles. Las experiencias, los testimonios de terceros, e incluso el sentido común, empíricamente nos han enseñado a discernir que CAUSAR ACTOS DE MOLESTIAS es una infracción “AL BANDO DE POLÍCIA Y BUEN GOBIERNO”.
¿La situación?, Sencilla. Nos encontrábamos reunidos en la playa cerca de un local de tipo comercial con  gran demanda de mercado TURÍSTICO. Alegres y tranquilos, con un poco de música y mucho de diálogo. Nos envolvíamos en un ambiente más relajado al que se percibió en aquel local; dónde la comida, la bebida, la música, el baile y la fiesta se habían apoderado del lugar.
De repente, el oscuro cielo se iluminó de dos siempre intimidantes e irritables (para muchos) tonos de colores: azul y rojo, síntoma de un MAL AUGURIO. Una Patrulla de la Policía Municipal (de la cual se conoce número y matrícula) se dirigía a nosotros.
 
 
¿Con qué argumentos podemos cambiar la decisión de alguien que ya ésta predispuesto con la intención de perjudicarte?.
Se acercaron, fuimos cuestionados, analizados, semiorientados, ofendidos; algo así como un:
- …guarda tu celular, o ¿quieres que te lo quite, te lo tire al piso y te lo pise?.- Como también:
- …apúrate cabrón, y saca tus cosas del carro. -
- Señor oficial, no es necesaria tanta violencia para pedir las cosas. -
- ¿Cómo quieres que te diga cabrón?. Ándale chiquitito saca tus cositas del carro.- entre otras más;  y por supuesto, arrestados.
Reconocimos la falta, y aceptamos las consecuencias de dicha, pero lo que siempre refutamos fue el hecho del ¿porqué las otras personas ajenas a nuestro país que se encontraban en actos de similitud al nuestro, no fueron INTERRUMPIDAS Y APREHENDIDAS como lo hicieron con nosotros?.
Nos debatimos en 3 puntos, a nuestro estilo popular de hablar y dirigirnos:
1.       No tenemos dólares.
2.       No somos rubios de piel clara y ojos de color.
3.       ¡Estamos en México!
Lamentable pero cierto, estamos condenados a vivir como prisioneros en nuestro propio territorio. Condenados a la resignación de como nuestro país se vende como ramera a bajo costo al servicio de personas ajenas de nuestra comunidad. Condenamos a condicionarnos con un comportamiento de atracción hacía lo no autóctono, a lo que popularmente el pueblo denominamos como “malinchismo”, y el econo-político como “actividad económica”, “turismo”, y “relaciones exteriores”.
Las fuerzas municipales, las clasificadas como serviciales, radicalmente se transforman en un mecanismo de ofensiva preparada para atacar al Mazatleco, y se auto configuran en un sistema de protección civil para el extranjero. Toda ésta complicada capacidad de programación mental y ese dominio inaudito para ejecutar la técnica a la perfección, me ha dejado sin duda de lo virtuosos que llegan a ser nuestros oficiales de la Policía Municipal de Mazatlán.
El trabajo duro del oficial y todo aquel trabajador de las Fuerzas Municipales se describe perceptiblemente. El jugueteo y el sarcasmo, es la recreación; el enfado y la frustración, los estados de ánimo ideales para trabajar; la intimidación y autoritarismo, la forma de poner orden y aplicar la ley.
Creímos haber tenido una esperanza al ser evaluados en el medidor de alcohol, y al conocer los resultados cuestionamos a la autoridad de cual sería la justificación del juez sobre nuestra aprehensión. Aun así, permanecidos ilesos del alcoholímetro, enseguida el sistema Judicial tuvo que improvisar: ARRESTADOS POR CAUSAR MOLESTIAS. “Aunque no hayas tomado ni hecho nada, ni modo… estamos en México… todo se vale”. Lo había escuchado decir de muchos, pero jamás me imagine escucharlo de un oficial de la pseudo “FUERZA POLICIACA MUNICIPAL”.
escribió: Tonatiuh Muñoz.

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