¿CÓMO LA VEN?

Píndaro Guillermo castillo González

Hace unas semanas me encontré en el hospital enfermo (ISSSTE), pero no es para platicar sobre eso, sino de una situación que es muy delicada. Al estar yo, aburrido, encerrado en ese lugar, a cuatro camas,  se encontraba una señora de algunos 50 años, que estaba recién operada de la columna. Los familiares llegaron después de que ella salió de la sala de operación y empezaron a platicar sobre una situación que había acaecido dentro del quirófano, la señora les comenzó a platicar (yo escuchaba muy atento) su narración. Empezó diciendo, que al estar ella anestesiada, alcanzaba a escuchar todo e incluso abrir los ojos, cuando entre enfermeros y médicos, ella así lo dijo, jugaban a las luchas en medio de la operación. La señora mencionó (a su familiares, a mí no), que ella al estar presenciando esa situación les dijo “y ustedes que son rudos o técnicos” refiriéndose a lo que conocemos como lucha libre. Los médicos y ayudantes, de inmediato volvieron a lo suyo, riéndose de lo que el paciente había dicho.

Si crees que terminó aquí, pues no. Al pasar los días y ante las ganas de ir a casa, se le mandaron a realizar unos estudios, que detectaron que la operación que se llevó a cabo, tendría complicaciones. Le encontraron parte de la columna desacomodada, lo que implicó que la maniobra se realizara de nueva cuenta.

Podemos calificar el hecho como algo intolerable, ya que las enfermedades sean de cualquier tipo, deben de tratarse con seriedad. Esto habla mal de los servicios de salud de nuestra ciudad.